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    El yantra de Kriya Babaji - una meditación
    por Swami Ayyappa Giri

     

    La geometría sagrada (yantra) de Babaji está cargada con un significado esotérico relacionado con el maestro de Kriya mismo y con su misterioso estado de perpetua juventud. La puja (adoración) del yantra se realiza con mantras, avanzando de fuera a adentro. En el cuadrado del elemento tierra, los guardianes serpientes son propiciados, recordando que Babaji es en verdad Nagaraj (“rey de las serpientes”). Su logro del Soruba Samadhi (cuerpo físico dorado inmortal) refleja el estado eterno de inmortalidad física representado por el círculo que no tiene comienzo, mitad, fin o ningún otro punto delimitado. La transformación de los cuatro cuerpos en luz por la Energía Divina está representada por el cuadrado, y las tres manifestaciones primordiales de Shakti están representadas por el triángulo. La fuente cósmica central es el bindu (punto central), el originador de todas las cosas y la residencia eterna del inmortal avatar del Himalaya.

    El círculo (Vartula) simboliza la entera creación del cosmos. En el yantra de Babaji representa el poder omnipotente y omnipresente de la divinidad. Como el cuerpo de Babaji, que ha manifestado plenamente la eterna luz dorada a nivel celular (Soruba Samadhi). Aquí uno experimenta el poder de su presencia, y la presencia del cuerpo dorado, que no tiene sombra, ni huellas, no envejece, y verdaderamente, es la luz misma. El cuerpo dorado es descrito por los Siddhas como el descenso de la luz omnipotente de Dios en cada plano de existencia, incluyendo el físico. Igual que ha hecho el gran maestro, sigamos invocando el descenso divino a cada parte de nuestro ser y en las células del cuerpo.

    Entrando en el cuadrado, el pujari (el que hace la ofrenda) reflexiona sobre el estado elevado de sentir sus propios cuerpos sutiles. En este estado, los mantras llaman al maestro para que haga de cada uno de ellos un cuerpo dorado de luz de poder divino. Cada cuerpo es una capa más sutil que el anterior. Cada uno está lleno de verdad-consciencia-gozo.

    El primer cuerpo sutil es la envoltura energética. El pujari siente intuitivamente este cuerpo de prana de Babaji para observar el tremendo poder. Este plano vital divinizado obtiene su poder no de la comida, sino del descenso de shakti a través de la boca de Dios, arriba. El plano vital de Babaji es tan fuerte que parece contener toda la energía de todos los templos de la tierra.

    Con calmada persistencia, el aspirante siente la envoltura mental, el cuerpo de la mente y de los sentidos relacionados. La conexión de la mente con los sentidos, tanto físicos como sutiles, nos permite experimentar el mundo exterior. La mente se mueve como un mono excitado aguijoneado por un escorpión y rodeados de abejas. La mente de los Siddhas es tan quieta como la noche de un desierto. Hay un desapego de los planos inferiores. La mente no es una incesante fábrica de pensamientos porque el subconsciente está purificado y el karma pasado ha sido incinerado. El espacio mental está claro. Sin deseo nublando la mente, la discriminación es precisa e infalible. Sólo pensamientos de alta vibración pueden encontrar un hogar. Como yoguis, debería saber que no somos la mente. Tras trascender los sentidos, los Siddhas pueden permitirnos llevar las vibraciones divinas de luz-sonido a la mente, transformándola para siempre.

    A través de los mantras el pujari sintoniza el ser con el cuerpo intelectual del Siddha, operando sin distracciones de pensamientos superfluos. En el intelecto de un ser así los pensamientos emergen del ser creativo cósmico profundamente adentro. El intelecto o buddhi, cuando es divinizado, permite la consciencia de Buda, con un silencio exquisito y profundidad de consciencia y un campo imperturbable por movimientos o distracciones del físico, el vital y el mental. El pujari recuerda de nuevo que no es el intelecto, sino que el intelecto puede ser usado por el divino para el avance del dharma. Los Siddhas se funden con la consciencia de Dios, y asumen su dharma de traer la experiencia de la Mente Cósmica al intelecto humano.

    Progresando en la puja al yantra, nos acercamos ahora al cuerpo de gozo. Aquí podemos observar, debido a la shakti generadas por la sadhana, que podemos saborearlo sólo momentáneamente y seguir a la vez cualquier mantra externo cantado. Da el paso, entonces, y fúndete con el gozo interno. Para aquellos que todavía oyen los mantras, se emplea el método de la consciencia del testigo, rechazando todos los pensamientos, energía e impresiones de los sentidos como irreales, y no como el Ser verdadero.

    Conforme nos acercamos al triángulo yoni interno, encontramos las Shaktis de los gunas o cualidades de la naturaleza. Acercándonos al triángulo interno, los mantras continúan. Los Siddhas han dicho que sin Shakti, Shiva es inerte y no puede actuar, y sin Shiva, no hay espacio para la acción. Activadas por el poder de la unión de Shiva-Shakti, emergen del bindu y a través de ellas toda la creación es manifestada. Que los mantras honren a estas tres Shaktis primordiales y manifiesten su energía en nuestras vidas. Honramos la Iccha Shakti de Babaji, el principio del deseo creativo, del que comienza toda la creación. Honramos la Jnana Shakti de Babaji, el principio de sabiduría que nos permite la guía adecuada del impulso creativo. Honramos la Kriya Shakti de Babaji, el principio de la acción, sin el que no podría ocurrir el cambio.

    Llegando al bindu central, el pujari encuentra la unión inevitable de las polaridades fundamentales del universo. Aquí, libre de la restricción de la dualidad, Babaji reside en un estado de fusión absoluta con su amada Mataji. Éste es el punto donde toda la diversidad y la diferencia se funde en unidad. Que todos los seres experimenten esa Unidad del Ser dentro.

    Traducido del blog http://kalipath.com/ con el permiso del autor